¿Para qué ir a la escuela? Una escuela basada en preguntas que vale la pena responder
Los pequeños Marx (no, no de ese Marx) En su autobiografía, el comediante Harpo Marx nos explica por qué dejó la escuela a la tierna edad de ocho años (Marx y Barber, 1992: 27-28) . Su argumento es que la escuela, si bien lo preparaba para el futuro (con conocimientos que supuestamente serán importantes para la carrera futura del estudiante), no le entregaba ninguna herramienta útil para su presente. ¿Y cuál era el presente, en ese entonces, del pequeño Harpo en la Nueva York de finales del siglo XIX? El de la pobreza. Y para la persona en estado de pobreza, sobrevivir en el día a día es lo más importante, lo que equivale decir que el aquí y ahora es mil veces más relevante que el incierto y lejano mañana. Para Marx, la escuela sencillamente no lo ayudaba a sobrevivir, y por ello, confiesa, jamás dudo de su decisión de abandonarla. Aun cuando Marx admite que la escuela podría servirle para la carrera futura, no sintió remordimiento alguno al desertar porque como él explica, tomó una de...